En vísperas
de año de nuevo presencie un hecho de racismo que llamo mucho mi atención.
Realmente creía que Australia estaba exenta de estas actitudes. La acción quedo
grabada en mi cabeza y me gustaría discutirla con uds.
Resulta que
me encontraba en una larga fila y con una hora de espera tras unas vallas esperando
para entrar a ver los fuegos artificiales que la ciudad de Sydney prepara para
despedir el año, cuando un grupo de Australianos empezaron a gritar para que
nos abrieran las puertas y nos dejaran pasar. En eso se acerca la gente de
seguridad (en su mayoría extranjeros, de origen de árabe y africanos),
encargada de custodiar el evento y nos informa que no iban a abrir las puertas
debido a que la capacidad del lugar estaba completa. En eso uno de los
australianos (de origen claramente anglosajón) se acerca a las vallas e insiste
en que lo dejen pasar y comienza a discutir a los gritos con un agente de
seguridad.
Hasta aquí era
una situación tensa pero entendible. El hecho de discriminación ocurrió cuando el
australiano le grita la persona de seguridad “Por qué no te vas a hacer este
trabajo a tu país y me dejas pasar?” Con esto se refería a que el tenia
derechos a pasar a presenciar el espectáculo y ningún extranjero se lo podía impedir.
El empleado de seguridad se puso muy nervioso y le contesto gritando “Australia
es mi país”, seguido a eso se escucharon carcajadas y burlas del resto de los
anglosajones que presenciaban la discusión. El hecho termina en que el agente
de seguridad es asistido y retirado por sus otros compañeros de trabajo ya que había
entrado en un ataque de nervios y había sido lastimado (emocionalmente). Un
dato curioso, había policías presenciando el hecho y no solo no hicieron nada,
sino que también se rieron ante la respuesta del empleado de seguridad.
No hay duda
de que el hecho es repudiable, nadie tiene derecho a herir a otra persona de
esa manera. Creo que este punto no es discutible, el empleado de seguridad estaba
haciendo su trabajo y no tenía por qué ser agredido. Aunque alguien discrepe
con la interpretación personal sobre su nacionalidad no hay derecho a atacarlo.
Ahora bien,
lo quisiera discutir es sobre las concepción de la migración y las
nacionalidades. Si analizamos la tradición liberal, la misma sugiere que todos
somos ciudadanos del mundo y que cado individuo tiene derecho a vivir en el país
que quisiese sin importar la nacionalidad o religión. O sea, la aldea global, siendo
que es ridículo que la tierra cambie de nombre tras una línea imaginaria (las
fronteras).
Por otro lado
los conservadores sugieren que cada país forjo una serie instituciones (entiéndase
costumbres) a través de varias generaciones que identifican a su población y
que les da identidad. En este sentido son más reticentes a recibir extranjeros
ya que los mismos destruirían (a priori) estas instituciones y así la identidad
de un país. Por eso son muy importantes las generaciones que una persona lleva
en su país (ya que este es el medio de transmitir y entender estas
instituciones)
También están
los socialistas, quienes interpretan que la inmigración se debe basar en políticas
que apunten al bien común. Así, únicamente si el ingreso de inmigrantes
favorece a la sociedad en su conjunto, la apertura migratoria es una buena
medida. No importa la situación individual de los inmigrantes. Aquí las
personas son medios del “gran diseño” elaborado por estatistas. O en otras
palabras una variable más de ajuste.
Creo que las
tres posiciones son muy difíciles de rebatir, sobre todo las dos primeras.
Personalmente me inclino por la tradición liberal, pero no dejo de reconocer
que tanto los socialistas como los conservadores tienen un buen punto. Los
liberales tienen la posición claramente más abierta. Permite a los individuos buscar
su propia felicidad y creo es la única que tiene en cuenta a los inmigrantes,
ya que en las otras posiciones estos están en función de la sociedad que los
recibe.
Es cierto que
los conservadores tienen derecho a defender sus instituciones y a que los
inmigrantes las respeten. Creo que el problema está en el apriorismo, que
considera que todos los inmigrantes (de antemano) van a dañar las costumbres
forjadas por generaciones. Pero esto es discutible, de nuevo tienen un punto.
Finalmente
los socialistas, tal vez extendería la palabra a intervencionistas, Buscan el
bienestar común de su población, por eso es que los derechos de los inmigrantes
están en función de la situación particular de la sociedad receptora. Así es
que pueden favorecer o rechazar la inmigración. (Una típica posición socialista
rechaza inmigración porque saca trabajo a los locales)
El problema
es que en una sociedad conviven todas estas posiciones (y peor aún, estás pueden
convivir en un mismo individuo) y el estado que impulsa estas medidas no
representa la totalidad de la misma, muchas veces ni siquiera a la mayoría.
Entonces, pregunto. ¿Tiene una sociedad la obligación de aceptar a los
inmigrantes que su propio estado se dispone a recibir?
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